Con la ayuda de las correcciones en público y, especialmente cuando Raúl, el profesor de la asignatura, dijo que definiéramos el proyecto en una sola frase y no fuimos capaces, nos dimos cuenta de que al proyecto carecía de una teoría creativa que sostuviera las decisiones y creara otras nuevas.
Había un bloqueo en las ideas por el hecho de que teníamos diferentes partes proyectadas, pero no teníamos un nexo teórico común entre ellas, lo que no permitía acabar haciendo una intervención coherente, sabiendo esto hicimos una introspección hacia el alma del proyecto y a lo que queríamos que definiera nuestra propuesta. Para empezar teníamos claro que no queríamos que la intervención fuera una simple colocación de elementos que formaran un conjunto y ya está, queríamos hacer un proyecto vivo, que se viviera con la energía que definen los barrios para acabar llamándolos, en fin, barrios, así que definimos el espacio como una zona por la que transcurría una energía que alimentara las calles, los rincones y que llevara hasta el núcleo central que es la plaza, que quedaría entre portuarios y la zona de las pistas deportivas. La zona del parque de los pescadores absorbería la Lonja de forma que esta tuviera una importancia casi monumental en el parque. El gran verde y la plaza central se fusionarían mediante unas corrientes que dirán la perspectiva de que es el mismo espacio, y estas mismas corrientes conectarían la lonja con el resto de la parcela. En cuanto a la vegetación en la zona de viviendas, queremos que aparezca en la perspectiva casi con un carácter pintoresco, habiendo espacios con vegetación abundante y otros no tanto, creando rincones de vida entre las calles que transcurren entre las viviendas. En la parte mas al sur de la parcela habrán dos campos de deportes públicos, en la zona donde se proyectan las viviendas, actualmente hay un campillo de fútbol muy degradado, pero aun así cuando visitamos la zona habían niños/as jugando, fue entonces cuando nos dimos cuenta de que tampoco podíamos robarles ese espacio de actividad, por eso lo trasladamos a lo que nos parecía un rincón conflictivo por la falta de fluidez, la esquina que queda abajo entre las pistas y las casas ya construidas, se convierte así en otra zona de gran energía que complementa al núcleo. Con esta idea de que la gente es la que otorga energía iremos definiendo mas espacios a lo largo del proyecto.
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AuthorAndrés Galindo Pérez Archives |